Se acerca el final de un año y es época de plantearse metas y retos para el próximo calendario. Reformar la casa puede ser una de ellas. Dar un lavado de cara a la vivienda en vez de apostar por la compra de una nueva es una apuesta que nos permitirá ahorrar dinero, pero que conlleva una serie de acciones complejas ante las que debemos actuar con criterio y planificación para no meternos en un lío.
LA LICENCIA
Hacerlo con licencia es la primera norma, ya que existen una serie de trámites obligatorios antes de acometer la obra de manera legal, evitando problemas. Nuestra reforma debe estar ajustada a las normativas establecidas en la ciudad en la que vivimos. Para ello es fundamental contar con un arquitecto o constructor profesional, que deberá hacerse cargo de las licencias y trámites adecuados, liberándote de la presión de esos papeleos. No queremos multas o retrasos por esta causa.
EL PROFESIONAL
Las prisas no son buenas consejeras por lo que una buena planificación sin atropellos antes de la obra puede ahorrarte tiempo a la hora del desarrollo de la misma. Busca al mejor profesional para llevarla a cabo. Déjate asesorar por él sobre materiales, acabados, aparatos, sanitarios… Busca los que estén disponibles y no retrasen la ejecución.
LA IDEA
Plasmar adecuadamente las muchas ideas que floten en tu cabeza sobre lo que añadir, quitar o cambiar debe tener una concrección adecuada en un diseño básico realizado por una empresa solvente, que cumpla los requisitos que marques. Ese diseño debes ponerlo en manos de un arquitecto que de vida y viabilidad a tus ideas. Comprueba que todo está a tu gusto y evita sorpresas posteriores.
EL PRESUPUESTO
El último punto clave es buscar un presupuesto adecuado a tus posibilidades ya que las variaciones entre profesionales suelen ser amplias. Pide varios que se basen en el mismo diseño y compara para decidir. Formaliza con la empresa un contrato para evitar que la obra se convierta en una chapuza. Incluso, a modo de garantía es recomendable incluir una penalización económica por sobrepasar el tiempo de entrega.