Cuando decidimos realizar una reforma integral en nuestra vivienda estamos tomando una decisión importante, ya que se trata de hacer una renovación en la estructura total de la casa: cocina, baños, puertas, armarios, suelos… Incluso en ocasiones se puede hasta cambiar la distribución de la casa quitando y poniendo tabiques según nuestras necesidades.
Cuando la reforma incluye también las instalaciones, es decir, la electricidad y la fontanería, debemos asegurarnos de que el proceso esté bien ejecutado y se haga con materiales de buena calidad para asegurarte que la inversión realizada pueda durar los máximos años posibles y no tengamos que hacer otra obra en pocos años para arreglar alguna parte que se haya estropeado o dejado de funcionar. Esto supondrá una pérdida de tiempo y dinero innecesaria si desde el principio usamos unos buenos materiales.
En cuanto al uso de los materiales visibles como puertas, suelos, sanitarios, grifería, azulejos… así como los pequeños detalles en el acabado de cualquier estancia son elementos de máxima importancia a la hora de realizar la renovación de una vivienda, pues de ellos depende lograr un espacio confortable y con personalidad. De esta forma, aconsejo, no solo que se tenga en cuenta la estética, sino que se utilicen calidades óptimas, pues tras la reforma la vivienda tendrá un valor muy superior en el mercado.
Tener un buen cerramiento en fachadas, suelos y cubiertas también te garantizará un importante ahorro económico en la factura de la luz, ya que determinará la demanda de calefacción y refrigeración del inmueble. Y si vives en una zona céntrica, también será importante que lo tengas en cuenta en los cristales, los marcos de las ventanas y las puertas para garantizarte una buena insonorización.
Mi última recomendación es que planifiques la obra con tiempo y antes de ponerte ‘manos a la obra’ elijas a una empresa seria que cumpla con todas sus obligaciones y que por supuesto cuenten con seguro de responsabilidad civil y así evitar posibles disgustos.